Derechos del paciente que va a someterse a una intervención quirúrgica

  1. El paciente tiene derecho a recibir una información suficiente y adecuada para poder comprender su enfermedad, saber cómo va a ser tratada para afrontarla conscientemente y poder tomar decisiones sobre ella.
  2. El paciente tiene derecho a que se le faciliten fuentes de información rigurosas donde pueda conocer a los profesionales que le van a tratar con el fin de reforzar su confianza y darle la tranquilidad de que está en buenas manos
  3. El paciente tiene derecho a conocer al profesional responsable y o de referencia en las principales etapas del proceso quirúrgico
  4. El paciente tiene derecho a que el consentimiento informado no se reduzca a un mero formulismo oficial y a que se le expliquen las ventajas, riesgos, alternativas y dudas de la operación
  5. El paciente tiene derecho a que la intervención quirúrgica no se demore excesivamente y a que se programe en conciliación con la vida laboral familiar y social, informándole de su limitación funcional y del grado de dependencia que va a tener
  6. El paciente tiene derecho a que se le explique y se le aplique la mejor técnica de analgesia y de sedación de acuerdo con la intervención a la que va a ser sometido y a sus características personales
  7. El paciente tiene derecho a que se le indique la mejor y más adecuada técnica quirúrgica, a que se reduzca al máximo la agresión quirúrgica y, si en algún momento el sufrimiento es inevitable, que se le gestione de la mejor manera posible
  8. El paciente tiene derecho a que se ha intervenido con los más altos estándares de seguridad clínica haciendo un mapa exhaustivo de los riesgos sanitarios y diseñando un correcto plan de prevención de riesgos sanitarios
  9. El paciente tiene derecho a recibir una pauta analgésica correcta y a seguir unos cuidados postoperatorios adecuados que garanticen una pronta recuperación funcional
  10. El paciente tiene derecho a una atención humanizada y empática para eliminar el sufrimiento evitable, para mejorar la comunicación, para facilitar el cumplimiento terapéutico, para acortar la recuperación  y para motivarles durante todo el proceso; lo cual también  repercutirá en disminuir la carga emocional si tiene la desgracia de tener que someterse a una nueva intervención quirúrgica.

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