Mi cirujano es maravilloso

 

Por qué algunas veces escuchamos a los pacientes hablar de su intervención y del buen cirujano que le operó; y otras veces hablan de su enfermedad y del cirujano maravilloso que les trató.

El buen cirujano es el que opera bien y se le quiere por sus habilidades quirúrgicas, el cirujano encantador o maravilloso es aquel que además de operar bien, nos escucha, nos trata con cariño, luce una buena imagen y se gana nuestra confianza. En próximas entradas hablaremos de las características del cirujano ideal.

Por desgracia esto no se enseña ni en la facultad, ni en la residencia, se aprende por interés personal y vocación humanística buscando y rebuscando en Google o en las bases de datos bibliográficas, buceando en YouTube para encontrar manuales de autoayuda o navegando por la red para localizar algún congreso alternativo como el que se va a celebrar en el Hospital Universitario Santa Cristina en que vamos a hablar del talante sanitario y de cómo mejorarlo, los próximos 22 y 23 de febrero y que lleva por título “Protocolo y buenas maneras en el ámbito sanitario”. Su enlace es

http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1354634289026&language=es&pagename=HospitalSantaCristina%2FPage%2FHCRI_pintarContenidoFinal

Ni que decir tiene que ejerciendo de cirujano maravilloso nos implicamos más con la profesión y con el paciente y, aunque parezca mentira, nos beneficiaremos de que no necesitaremos practicar la medicina defensiva, no sufriremos el burn out y no tendremos nunca la consulta vacía. Y esto es un circuito retroalimentado porque cuanto más maravillosos nos mostremos, más agradecidos estarán los pacientes y nos motivará para que intentemos ser más maravillosos todavía.